Haz clic aquí para volver a la página de inicio

martes, 11 de junio de 2013

No Estás Solo en Tus Aflicciones, Dios Cuida de ti



Encomendarte a Dios requiere que veas mas allá de lo físico que te rodea y te enfoques en la realidad espiritual que te impregna y transciende el tiempo y el espacio. Tus aflicciones solo pueden afectar la dimensión física. No dejes que se afecte tu parecer espiritual. Lee Heb. 4:15-16. ¿Por qué podemos acercarnos a Dios con confianza? ¿Has estado dispuesto a encomendarte a un amigo tan fiel y manso como Jesús? Lee 2 Co. 4:16-18. ¿Cómo consideras tus aflicciones al compararlas con las de Jesús? ¿Te desmayaras (desanimaras) si te enfocas en tu renovación interna (espiritual)? Si te enfocas en tus circunstancias externas, ¿te desanimaras? ¿Por qué? ¿Tu idea de ser feliz tienen que ver con la comodidad física o te regocijas en la gloria eterna que opaca cualquier problema o aflicción que sufres en la tierra?  Escribe Santiago 1:12 en una tarjeta y memorízatelo. Llama al hermano que llamaste el lunes. Anímalo con la meditación de hoy.

Recuerda que todo es un balance. Para ver el día debemos pasar por la noche, para disfrutar del verano hay que sobrevivir el invierno, para cosechar primero debemos sembrar. No te quejes cuando pases una época difícil. Pon tu esperanza en el Señor que nunca te abandona.

¡Dios es quien te cuida en la vida!


“Dios jamás permitirá que sufras daño alguno. Dios te cuida y nunca duerme. ¡Dios cuida de Israel, y nunca duerme! Dios te cuida y te protege; Dios está siempre a tu lado. Durante el día, el sol no te quemará; durante la noche, no te dañará la luna. Dios te protegerá y te pondrá a salvo de todos los peligros. Dios te cuidará ahora y siempre por dondequiera que vayas”. 




Salmos 121:3-8 (Traducción en lenguaje actual)




0 comentarios:

Publicar un comentario