viernes, 25 de abril de 2014
Superando las Culpas del Pasado
jueves, 24 de abril de 2014
Enseñame a Orar, como empezar
"Enséñanos a orar", le pidieron una día a Jesús sus discípulos.
Un día, Jesús fue a cierto lugar para orar. Cuando terminó, uno de sus discípulos se acercó y le pidió: —Señor, enséñanos a orar, así como Juan el Bautista enseñó a sus seguidores.
Lucas 11:1 - Traducción en lenguaje actual.
Ahora, no es que no estuvieran familiarizados con el concepto de elevar sus palabras y sus pensamientos a Dios en el cielo; seguramente en el hogar, siendo niños, los padres les habían enseñado oraciones. Cada Sábado habían encendido velas y habían orado; cada Pascua habían comido el cordero, habían escuchado una vez más la historia de la milagrosa redención divina de su pueblo, y le dieron gracias a Dios por las cosas maravillosas que había hecho a su favor.
Asistían siempre a la adoración en la sinagoga y conocían los rituales del templo; pero cuando vieron cuánto tiempo le dedicaba Jesús a la oración, la frecuencia y la intensidad con que hablaba con su Padre, supieron que estaban perdiendo algo importante. Quisieron que su vida de oración hiciera por ellos lo que evidentemente hacía por Jesús.
¿Cómo obtenía tanta fortaleza de esos momentos? ¿Por qué estaba siempre tan renovado? ¿Cómo podrían aprovechar ese consuelo y esa energía celestiales?
¿Comparte usted ese anhelo? ¿Cree que su vida de oración es a veces frustrante? ¿Forzada? ¿Escasa? ¿Confusa? ¿Inexistente?
La Biblia está llena de historias y pasajes que nos pueden inspirar y guiar a una mejor vida de oración. Este librito le traerá una voz de aliento tomada de la Palabra, cada día de su mes.
¡"Orad sin cesar"
(1 Tesalonicenses 5:17)!
lunes, 21 de abril de 2014
Camino bajo el poder de Tu Gracia Jesús, Libre Soy
¿Alguna vez se ha perdido?
¿Alguna vez se ha perdido? Puede ser una de las sensaciones más frustrantes no saber adónde va. De hecho, en algunas situaciones puede ser terrorífico.
1 Pedro 2:11-25 NVI
Queridos hermanos, les ruego como a extranjeros y peregrinos en este mundo, que se aparten de los deseos pecaminosos que combaten contra la vida. Mantengan entre los incrédulos una conducta tan ejemplar que, aunque los acusen de hacer el mal, ellos observen las buenas obras de ustedes y glorifiquen a Dios en el día de la salvación. Sométanse por causa del Señor a toda autoridad humana, ya sea al rey como suprema autoridad, o a los gobernadores que él envía para castigar a los que hacen el mal y reconocer a los que hacen el bien. Porque ésta es la voluntad de Dios: que, practicando el bien, hagan callar la ignorancia de los insensatos. Eso es actuar como personas libres que no se valen de su libertad para disimular la maldad, sino que viven como siervos de Dios. Den a todos el debido respeto: amen a los hermanos, teman a Dios, respeten al rey. Criados, sométanse con todo respeto a sus amos, no sólo a los buenos y comprensivos sino también a los insoportables. Porque es digno de elogio que, por sentido de responsabilidad delante de Dios, se soporten las penalidades, aun sufriendo injustamente. Pero ¿cómo pueden ustedes atribuirse mérito alguno si soportan que los maltraten por hacer el mal? En cambio, si sufren por hacer el bien, eso merece elogio delante de Dios. Para esto fueron llamados, porque Cristo sufrió por ustedes, dándoles ejemplo para que sigan sus pasos. «Él no cometió ningún pecado, ni hubo engaño en su boca.» Cuando proferían insultos contra él, no replicaba con insultos; cuando padecía, no amenazaba, sino que se entregaba a aquel que juzga con justicia. Él mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados. Antes eran ustedes como ovejas descarriadas, pero ahora han vuelto al Pastor que cuida de sus vidas.
En el verso 25, Pedro nos compara con ovejas en que cuando estábamos viviendo en pecado, estábamos desviados y perdidos.
No sabíamos adónde ir, pero después de arrepentirnos de nuestros pecados y recibir el perdón de Dios hemos regresado al rebaño que es conducido por Dios nuestro Pastor.
¿En qué lugares suele desviarse usted?
Tal vez está tratando de permanecer en el camino de Dios, pero constantemente se va por los senderos secundarios por algún pecado en su vida. Confiese ese pecado a Dios. Arrepiéntase de él hoy y pida a Dios que lo ayude a superarlo completamente.
martes, 4 de marzo de 2014
En todo tiempo siempre ha estado EL y estará
En Cristo somos mas que vencedores !!
viernes, 28 de febrero de 2014
Tu corazón necesita de la fuente de Vida
jueves, 27 de febrero de 2014
Paz y confianza en Jesucristo
martes, 25 de febrero de 2014
Calificad@s para RECIBIR
2 Corintios 5:21
Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
sábado, 22 de febrero de 2014
Refleja la Luz D Vida cada día
Refleja la Luz D Vida cada día
Recordemos reflejar la Luz D Vida que es Jesucristo en nuestra vida cada día.
jueves, 20 de febrero de 2014
MI TAREA ES CONFIAR, CREER Y RECIBIR
Cuando confiamos más en nuestras propias habilidades y capacidades no estamos siendo obedientes a Dios perfectamente y acumulamos preocupacion y ansiedad cuando vemos no realizados nuestros sueños, metas, objetivos, deseos.
Dios no quiere que nuestro corazón este lleno de preocupaciones y temores en cada reto que nos encontramos. El quiere que nuestro corazón se encuentre estable en la gracia que El ha establecido para nosotros confiando en El. Entonces debemos caminar con plena seguridad de las bendiciones.
Actue: Un sueño sin acción solo será un sueño. Sueño con servirle a Dios (sírvele). Sueño con ser abogado estudia, sueño con ser empresario vístete como empresario, comienza tu negocio.
Amig@, Dios desea que camines por tu vida sabiendo que Su justicia, sanidad y proteccion son tuyos porque Jesus ha pagado con su obra terminada en la cruz del calvario. Las bendiciones de Dios son seguras en tu vida si lo crees y recibes, ya que no dependen de tu propia capacidad sino que debes descansar, confiar, creer en El y recibir en fé.
Asi que deja que en tu corazon repose la gracia de Dios, a causa de su gracia (regalo inmerecido atraves de Jesus- Amor, bondad, compasion, favor, misericordia) tienes acceso total a las bendiciones de Dios solo confia, cree y recibe.
jueves, 13 de febrero de 2014
PERDONAR, PEDIR PERDÓN
Pero tanto en un caso como
en otro sucederá que los beneficios de perdonar o pedir perdón ocurrirán en
nosotros independientemente de que el ofensor o el ofendido acepten nuestro
perdón o nos perdonen porque nuestra alma se mueve en la dirección correcta si
todo se hace con recta intención y es que, esta consideración da pie a un
interesante descubrimiento: cuando nos movemos en el ámbito espiritual,
siempre, siempre, siempre, la pelota está en nuestro tejado. Esto es,
independientemente de quien tenga razón, de lo que haya sucedido, de cómo me
sienta, el que yo pueda alcanzar la paz interior dependerá de los actos o las
intenciones hacia las que se encamine mi alma, mis pensamientos. Si me han
ofendido no hace falta que me pidan perdón para yo perdonar sinceramente. Si he
ofendido, no hace falta que me perdonen para yo pedir perdón sinceramente. Y
cuando actuamos con esa sincera intención siempre alcanzaremos la paz.
«Reciban al Espíritu Santo. Si
ustedes perdonan los pecados de alguien, Dios también se los perdonará. Y si no
se los perdonan, Dios tampoco se los perdonará.»
Juan 20:22-23 (Traducción
en lenguaje actual)
«El que de vosotros esté
sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella» Juan 8:7 (Reina-Valera 1960)
Simón tenía dificultades
para aceptar y amar a la mujer pecadora no sólo por su orgullo, sino también
porque él mismo no había experimentado el perdón: «aquel a quien se le perdona
poco, poco ama» le dijo Jesús (Lucas. 7:47). En la medida en que yo me siento deudor de Dios
-conciencia de pecado- y perdonado por él, seré capaz de perdonar al prójimo.
«Si el Señor me ha
perdonado tanto a mí, ¿cómo no voy a perdonar yo tan poco a mi prójimo?»
«Sean tolerantes los unos
con los otros, y si alguien tiene alguna queja contra otro, perdónense, así
como el Señor los ha perdonado a ustedes»
Colosenses 3:13
(Traducción en lenguaje actual)
Para cumplirlo contamos con el poder de su gracia.
viernes, 7 de febrero de 2014
ENDEREZAR MI CAMINO